SEGUNDA VISITA A LA ONCE Y VOLUNTARIA ANA

En la segunda visita a la once contamos con la ayuda de una voluntaria que padece de ceguera total, Ana, que examinará nuestros proyectos realizados hasta el momento y nos explicará lo que le parece bien y lo que entiende y por otro lado criticará lo que no esté tan bien o que no sea tan entendible según su percepción. Comprobará las señales que hemos realizado, el plano de emplazamiento y las plantas del colegio. Ana nos comenta que las señales las entiende sin problemas al recorrer los contornos de las figuras y que el braille está bien escrito. Por el otro lado las letras escritas con el abecedario eran demasiado pequeñas para ser reconocidas hasta a corta distancia para alguien con dificultad visual, por lo tanto cambiamos el tamaño de letra y volvimos a enganchar en los plafones las palabras más grandes. Ana reconoció el plano de emplazamiento hecho con papel químico con facilidad pero la entrada al espacio del colegio le resultaba pequeña así que decidimos deformar un poco el tamaño de la calle y señalizarla con otra trama más entendible al tacto. Así que ese mismo día lo corregimos satisfactoriamente, pues Ana reconoció con más facilidad el tramado de la entrada al centro. No pudimos probar la maqueta pasada al plástico deformable con Ana porque al construir la maqueta las paredes eran un poco más altas de lo que debieran y los materiales empleados pese a ser una buena opción sobre el tipo de material que empleamos como por ejemplo: balines, papel de lija, metales con formas… Algunos también resultaros ser demasiado altos, por lo que tuvimos que cambiar un poco la maqueta eliminando algunos materiales y reemplazándolos por otros y haciendo más bajos los muros. Después de varios intentos con la máquina pudimos finalmente obtener un resultado último satisfactorio y una vez pasado al papel de plástico lo pintamos por zonas y pegamos los carteles que indican cada lugar de la planta en braille y con palabras de abecedario con la leyenda de cada uno a su lado.