PRIMERA VISITA A LA ONCE

El día dos de octubre del 2012 fue nuestra primera visita a la ONCE de Tarragona donde nos esperaba Laura Blanco, técnico en rehabilitación, con quien estuvimos en la visita y nos explicó diferentes aspectos relacionados con la ceguera. Desde los síntomas que afectan a la vista hasta el que la vida se convierta en un reto constante con problemas que solucionar, dificultades que se pueden hacer más fáciles con un poco de intención, ahí entramos todos nosotros. Nos interesó mucho también el poder ponernos en el lugar de estas personas que padecen de deficiencia visual, ya que nos prestaron unas gafas que representaba el inicio de cataratas u otras dolencias que afectan al campo visual en diferentes grados. Una vez estás en esta situación te das cuenta de cómo de complicado puede llegar a ser. También hemos llegado a la conclusión que si alguien pretende hacer algo por ayudar, a estas personas que tienen algún tipo de ceguera, hay que ponerse en el lugar de ellos porque si no seguro que pasas por alto muchísimas cosas importantes, porque hasta el más mínimo detalle resulta importante para ellos. Laura se expresó muy bien y surgieron pocas dudas sobre el tema así que pasamos a hablar sobre los materiales con los que trabajan las personas con discapacidad visual, el conocido por todos braille i muchas otras cosas de las que hablaremos a continuación. Referente a la escritura braille, nos enseñaron el abecedario y cómo escribir a partir de este con la ayuda de una máquina parecida a las antiguas máquinas de escribir pero que solo cuentan con seis botones, cada botón representa un punto en su correcta colocación, así que cada letra o carácter en el abecedario braille es la combinación de estos seis puntos, el que aparezcan o no, estas máquinas son las llamadas Perkins. Para poder escribir un carácter lo que hay que hacer es presionar las teclas que contengan los puntos del carácter a la vez, por ejemplo la letra “L” son los puntos “1, 2 y 3” de la máquina de escribir. El papel que se usa es especial para esto, ya que la maquina funciona a base de la presión ejercida lo que significa que el papel debe de ser un poco doble para que pueda hacerse un relieve sensible al tacto y que no se rompa con facilidad. A parte de todo esto también se puede escribir braille desde un programa tan conocido como el Microsoft Office Word, donde el braille se puede descargar como tipología textual y de esta manera hay otra manera más de traducir los textos de un alfabeto normal al braille, por ejemplo. Se nos explicaron también muchos aspectos relacionados con la señalé tica, esto es importante y en la mayoría de los edificios no se emplea satisfactoriamente, hay que saber que existe una manera de señalizar más o menos universal con la que no debería de haber muchas dudas. Algunos ejemplos: Los colores que son contrarios, uno sobre el otro, marcan muy bien lo que se quiera expresar porque resalta a la vista y es más fácil a la lectura si se tienen problemas de visión (el blanco-negro, el naranja-azul, el rojo-verde… resultan más visibles). La colocación de las señales a la altura de la vista hace que sea más fácil encontrar la indicación y por tanto orientarse, que por ejemplo si está arriba de la puerta, donde una persona con problemas de vista no lo podrá percibir a primer vistazo y puede que hasta ni al segundo. Hay que tener en cuenta que se trata de hacer accesible la información y por lo tanto ponerlo más fácil, hemos llegado a la conclusión de que son pequeñas cosas que pueden parecer insignificantes pero que en realidad son un cambio significativo para mucha gente y que no cuesta nada hacer bien las cosas. Todos estos ejemplos pudimos comprobar cómo se llevan a cabo en las instalaciones de la ONCE, fueron de mucha ayuda porque te das cuenta de lo accesible que son estas pequeñas cosas y acaba siendo algo de lógica. Después también se nos enseñó la manera de hacer material tangible al tacto como planos de situación que sirven para ubicarse y también de ocio o enseñanza, como puede ser el un mapa de provincias. Este material se consigue mayoritariamente a base de prensarlo en una máquina que funciona con calor contrastado con el material plástico que se deforma para darle las tres dimensiones. Para esto, se debe de hacer previamente una maqueta con relieves que no superen los 0,5 centímetros de altura, para que la máquina prensadora pueda dibujar mejor el relieve, y que a ser posible no se haga con materiales plásticos ya que se corre el riesgo de que se fundan con el calor de la máquina. Se tendrá que tener en cuenta además las diferentes texturas de los lugares que se quieran señalar y a partir de estas se reconocen los diferentes espacios. Estos planos vienen acompañados por una leyenda tanto en braille como en la lengua escrita del idioma que se hable ya que aunque sea material para una persona sin visión o deficiencia de esta, si una persona sin deficiencia necesita indicarle algo debe de saber que pone en el plano también. Hay otra topología de papel en relieve, este es el papel químico, este reacciona con el calor y se infla, pero solo se infla ante el color negro y esto es porque en su composición contiene alcohol, así que también se pueden hacer planos a partir de este. Simplemente se imprime con el papel químico desde el mismo ordenador y de ahí se pasa a una máquina que con el calor le dará el relieve final al papel en las zonas pintadas de negro.